El amor es una cosa divertida.
Esperas que sea fácil, esperas que sea un mundo de rosas y risas, momentos perfectos como los que sólo se encuentran en las películas. Esperas que él siempre te diga lo correcto, y sepa exactamente como te sientes, y exactamente como reaccionar ante ello. Esperas que el te calme cuando grites, o que te persiga cuando salgas corriendo. Esperas tantas cosas te sientes completa y totalmente derrotada cuando algo no sale exactamente como habías planeado.
Pero esa es la gracia.
El amor no es un plan. No tiene un comienzo exacto, y tampoco tiene un final o una linea de meta visible para los que confían plenamente en él. E amor sucede, y es tan complicado...
La gente a tu alrededor no puede comprender las cosas que haces, o porque luchas tanto por algo que parece que te causa tanto dolor, porque simplemente, ellos no lo pueden ver.
No pueden ver el anillo invisible de locura que te encierra cuando estás enamorado. A veces es incomodo, doloroso, devastador, pero no podemos vivir sin el.
Lo que nunca se aprende es lo duro que es el amor. Cuando tenemos que poner de nuestra parte en el.Como merece la pena que nos volvamos idiotas por el.
Amor no es que él te calme cuando gritas. Es él gritando tan alto y tan fuerte justo detrás de ti, o en tu cara para despertarte o mantenerte en la tierra. No es que él te traiga rosas todos los días, o cosas bonitas que hagan a vuestra relación parecer mas presentable.
Amor es, que después de una pelea que agote directamente la vida y las fuerzas de los dos, el se presente en tu puerta a la mañana siguiente.
No es él diciéndote que es lo correcto o sabiendo como manejarte. De este modo, tampoco es que él te acaricie el pelo mientras te dice que todo irá bien. Es que él este hay y que admita que esta igual de asustado que tú.
Tienes que recordar que en el amor no eres el único implicado.
Incoscientemente as puesto tu vida, tu corazón, en las manos de otra persona y as dicho, aquí lo tienes, haz con el lo que quieras. Destrózalo en un millón de pedazos o hazlo picadillo. O olvida que alguna vez te lo entregué a ti el primero, durante todo el tiempo que lo tengas.
Verdaderamente hazte invisible y borra todas las lineas que no podemos cruzar.
Porque amar no es protegernos a nosotros mismos, sentirnos a salvo o protegernos del futuro.
Se trata de mandar lejos la tensión de nuestro cuerpo, pero de la misma forma, tener fuerzas para seguir adelante.
Porque todas esas peleas, las lagrimas, la incertidumbre, merecen la pena.
Es estar feliz al 100%, día sí y día también, con alguien que nos haga ver que hay un mundo de diferencia entre sentirse bien, y sentirse parte de algo.
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