Vivimos intensamente, como si el tiempo nos odiara.

Y te acabas dando cuenta de que tú, que te creías invencible, también necesitas besos en el cuello como el resto de los mortales, que te abrace y su mano recorra lentamente tu espalda, que no sea capaz de andar contigo por la calle sin darte la mano, que te mire de forma diferente al resto del planeta, que te escuche durante horas, que te calle con un beso cuando no aguanta mas, que te recuerde todos los días que te quiere, que tenga mil detalles de papel, que no te venga amor eterno y manoseado pero que este hay siempre, . . . Porque sinceramente, a veces estás mas perdido cuando no te pierdes en alguien.

Me gustaría que estuvieras aquí,conmigo.Recordando todo lo que nos a sucedido desde entonces. Yo sigo aquí, pensando que no te puedo echar tanto de menos.