Todo lo que hago, lo hago por ti.

Por que aún sientes dentro de tu pecho todos los latidos de mi cuerpo. Por que no dejo de sentir, que todavía formas parte de mi piel.

viernes, 21 de octubre de 2011

Más allá de la realidad.

Hoy desperté con esa impresión de que el mundo está vacío, que no hay nada, que estoy sola, que nadie me comprende, que las personas que me comprenden, están lejos, muy lejos de aquí, a 700km o a una distancia que no puedo contar, desperté pensando que el día era gris, que aunque estuviese soleado, era gris.
Que me dolía todo el cuerpo, un dolor intenso, el dolor del odio, de la rabia acumulada, de las ganas de gritar, salir corriendo. Pero, no podía, estaba limitada por una puta impotencia, la simple debilidad de un corazón muerto, de un algo que me maneja como si fuese una marioneta, parándome los pies, y yo, lucho, lucho contras sus dedos, pero soy incapáz de ganarle, pues es más fuerte que yo, ese algo son miedos, miedos que te comen la cabeza, miedos que hacen que tu conciencia este intranquila o tranquila. Pero...¿qué pasaría si no existiesen esos miedos?, las decisiones se tomarían demasiado a la ligera, pudiendote hacer daño a tí y demás personas, y luego, no poder dar marcha atrás.
El simple hecho de tener miedos, no es malo, lo malo es el pánico; el pánico, vivir con un exceso a ese miedo que te come la cabeza, que te hace ya no poder vivir, vivir amargado, y creyendote las historias que tu mismo te inventas, ya, tras eso, llegas a un estado de la mente, un estado llamado "LOCURA", y te tachan de loco, te quedas simplemente solo, te remplazan, te quedas en tu propia mentira, en una realidad irreal, que te hace enloquecer aún más, y solo hay una salida, o dos, ¿quién sabe? o quizás no haya ninguna, porque hay cosas que no tienen solución, no solo la muerte es aquello que no tiene solución.

Pero, sin darte cuenta, aparece otro algo, que coge tu mano, que te sonrie, y te enseña a mirar hacia otro punto, un punto que te hace feliz, que empieza a borrarte esas historias de tu cabeza. Te empieza a hacer creer en la felicidad, algo en lo que nunca creistes, y, luego piensas... ¿qué haría yo sin ese algo? buscas una respuesta a esas preguntas, pero no las encuentras, te comes el tarro, y hay veces que ese algo desaparece, y te deja solo para siempre, u otras veces, que está ahí para siempre, un siempre que la gente dice que suele ser mentira, pero las cosas bonitas, nunca tendrían que ser mentira, las historias bonitas, jamás se deberían destruir a no sé, que después venga una mejor.
Pero, nunca, nunca, nunca, olvidarás ese algo que te sacó del lodo, porque fue tu todo, tu vida entera.
Y ya, nunca te quedará algo que perder, porque te quedastes, sin nada.

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